Querida amiga: Continuando con el tema de la presión que ejerce la gente sobre las solteras, ¿No crees que parecida a la presión de la sociedad, es ejercida por los padres o la familia, quienes generalmente anhelan y esperan que nos casemos? Algunos padres consideran un estigma tener una "solterona" en la familia. Por lo tanto, presionan, por todos los medios a su alcance, pensando sólo en sí mismos y no en el daño que pueden ocasionarle a la hija al empujarla a casarse aun cuando esa no sea la voluntad de Dios para ella. A otros padres no los guía el egoísmo sino el amor. Piensan que de esa manera sus hijas serán felices, y además, no se quedarán solas y desamparadas cuando ellos mueran. Esta es una razón muy natural y digna de aprecio. Sin embargo, demuestra falta de fe en Dios, quien siempre está junto a nosotras, y jamás abandona a los suyos: "Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan" (Salmo 37:25). O lo que sucede es que no toman en cuenta los planes específicos de Dios para cada persona, en los cuales siempre incluye el estado civil. Dios nunca olvida este aspecto de nuestra vida. Él sabe cuan importante es. Así que , debemos confiar y descansar en él, y no cambiar sus planes, lo cual solo conduce al fracaso y sufrimiento. Amiga, algunas veces se producen tensiones entre los padres y la hija soltera cuando ellos no quieren aceptar que ella ha crecido. Quieren seguir tratándola como una niña y controlando su vida. Muchas veces a los padres les aterra el deseo de independencia de su hija, porque eso les hace sentirse viejos, o temen quedarse solos. Ante esta situación la hija debe tener mucho tacto para tratar con ellos y conservar la armonía, recordando que la Biblia nos manda: "Hijos, obedeced en el Señor a nuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre" (Efesios 6:1,2) Afortunadamente hay padres comprensivos, y son grata compañía para las hijas solteras. Pero en caso contrario, la hija debe decidirse a hablar abiertamente, aunque con amor, y explicar su necesidad de independencia y libertad para realizar su vida según el Señor la ha planeado para ella. En caso que ellos se rehúsen a comprender, sería conveniente alejarse por un tiempo de ellos. Probablemente podría vivir con una amiga, mostrando siempre una conducta madura, respetable y digna como hija de Dios y de ellos. De esta manera los padres se darían cuenta que su hija es una persona adulta, quien debe realizar el plan específico de Dios para su vida, en el ambiente en donde Dios la ha puesto. Amiga, no quiero dejarte la impresión de que esa sería la única solución para las fricciones entre los padres y la hija soltera. Cada caso es especial; por lo tanto, debe encontrarse una solución apropiada para cada uno. Pero toda solución debe ser dictada por amor y consideración hacia los padres y por amor y obediencia a Dios, recordando que "cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí" (Romanos 14:12). Bueno amiga, en la próxima te comentaré un poco sobre la soledad. ¿Tú que piensas acerca de ella? Tu amiga.
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