Miro el fuego que con cuidado he empezado,
sus llamas me devuelven el esfuerzo y el calor
reconforta mi espíritu, presto me dispongo
a seguir manteniendo su vida mientras
contemplo como termina.
Miro la mar sentado en la orilla, su inmensidad
me fascina y con el vaivén de sus olas
mi mente se apacigua y mi cuerpo se relaja.
Pero pasado un tiempo se hace enorme y
no puedo quedarme quieto.
Miro el cielo tumbando en la hierba, la brisa
me roza y cuento las estrellas, me siento
bien soñando junto a ellas, me quedo dormido
y mi cuerpo descansa. Un rayo me alcanza,
me levanto y sigo mi andanza
Hoy te miro a ti, tu cuerpo y tu alma me
llevan de la mano cogido y me siento feliz.
Pero pasa el tiempo y como el fuego, la mar
y el cielo siento que un día tendré que
levantarme y seguir caminando.
JOHAN
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