Suave, dulce y bella mujer
mírame a los ojos y dime,
que no sentiste nada cuando
te toque y fuiste por mi amada;
dime que mis manos no fueron regias
que no te dieron sensaciones desconocidas,
que ni siquiera esperabas
ni que tu piel aun experimentaba;
niégame que mis besos
en tu piel se quedaron,
y que cuando dijiste - ¡¡ No más !! -
tus labios se arrepintieron,
no, no jures que no sentiste
que mis manos no te encantaron,
que a pesar de cualquier cosa
mis manos te fascinaron;
no dudes que a mí me encanto
el tocar tu suave cuerpo,
explorar tu bella faz
el perderme contigo un solo momento;
dime que no quieres mas
aunque piensas que es un pecado,
dime que en realidad
no lo habías alguna vez deseado;
pero que te puedo decir
yo nunca te obligaré,
porque una dama como tú
no la quiero yo perder...
Ángel de luto
Naiz |