Cuando te conocí llorabas, llorabas y eras tan vulnerable,
Te abrace con mucha fuerza y no dude en amarte;
Entre mis brazos te dormiste, y yo te mire extasiada,
Eras tú tan perfecto eras lo que yo soñaba,
Día a día vivimos juntos desde el primer día en que te mire,
Te lleve conmigo a casa y conmigo te acosté,
Despertabas en la noche y llorabas sin razón,
Y con solo abrazarte a mí calmabas toda tu aflicción;
Mi tiempo fue solo tuyo no podía separarme de ti,
Porque estaba como loca enamorada de ti,
Yo te llevaba a pasear, y a conocer todo el mundo
Hablabas una lengua extranjera
Y yo te enseñe la mía con cariños,
Tú te hallabas enamorado de mis pechos no los querías
soltar,
Pero un día te di algo más que te podía llenar,
Al principio no querías, pero después lo aceptaste
Y cada día quisiste más, y de mis pechos te olvidaste,
Ahora caminas a mi lado al principio no podías,
Pero yo sabía que con el tiempo junto a mi caminarías;
Luego reñíamos por todo tu no querías trabajar
Tu trabajo era la escuela que yo estaba dispuesta a pagar;
Luego hacías tu tiradero, y yo lo tenía que recoger
Reñíamos luego por eso tú no querías entender,
Cambiaste luego de golpe ya no querías estar conmigo
Te ibas con tus amigotes y alguna vez llegaste bebido,
Esa noche tú y yo reñimos y te grite yo mil cosas,
Incluso te bofetee y comencé a llorar acongojada
Al ver mi llanto comprendiste el daño que nos estabas
haciendo
Así que le echaste ganas a la escuela y terminaste
sonriendo,
Comenzaste a trabajar, me traías a veces flores,
Pero un día todo cambio y con eso me desconcertaste;
Te empezó a llamar una mujer diariamente a una hora,
Te veías feliz de contestar y te tardabas hablando con ella
las horas,
Siempre salías arreglado y bastante perfumado,
Llegabas a casa muy tarde y el rostro de baile pintado;
Comprabas a veces flores incluso costosos regalos,
Pero ya no eran para mí pues a segundo lugar había pasado;
Yo nunca dije nada, pues yo te traje a mi casa,
Con mucho amor cuide de ti y esperaba que eso un día pasara;
Hoy te acompaño al altar y lloro como una tonta,
No puedo evitarlo mi amor pues se va quien más me adora;
Yo te enseñe mi idioma, yo tu llanto consolé
Y hoy tú te vas con otra y yo comprendo porque;
¡Dios te bendiga hijo mío! ¡Gracias por darme tanta alegría!
Gracias por llenar con tu amor cada día de mi vida;
Nunca sabrás tú la dicha que me diste cuando hablaste,
Y cuando por primera vez dijiste “mami” mi vida entera
cambiaste;
Ojala seas muy feliz te lo desea mamá
Que esa mujer a quien amas te llene de felicidad...
El ángel de luto
Naiz
|