No fue el tonto cantar de mis lamentos
ni el hondo pesar hacia tu partida
lo que a hecho en mi triste melodía
un vendaval de nostalgias, rimas y versos.
No fueron las tantas noches que en desvelo
intentara olvidarte bajo ensueños distantes
tal vez he de buscarte en ajenos besos
quizás he de nombrarte en destellos otoñales.
No fue Septiembre que en mi moría
amor que no he dejado de sentir por ti
y ya no habrá mas domingo ni otro día en que te diga
lo que tu querer me hizo sentir.
No fue el tonto cantar de mil lamentos,
ni el hondo pesar por tu despedida
no fue la luna que hoy nos mira
y tampoco lo fue Septiembre que en mi moría.
Quizás se me ocurra buscarte hoy día
por los senderos de amantes de aquella madrugada
y en las inolvidables notas de aquella melodía
seguirás siendo el sabor de tristeza salada.
No fue el anhelo por que vuelvas a mis sueños,
ni las absurdas palabras en este verso
no fue la triste canción bajo la almohada
y no es la soledad arcana y amarga
en las inolvidables horas de nuestra abadía
No fue la luna, la que hoy nos mira,
como tampoco lo fueron las níveas sabanas
tal vez diré que te quise algún día
quizás serás un triste poema
mañana y todas las mañanas…