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Sólo tú, es lo único que pienso constantemente, sólo en ti. Desde que empecé a amarte no sé como ni porque, ya sólo tú ocupas mi mente, mis pensamientos, cada día de mi vida, cada minuto y cada segundo. Y es extraño porque estás lejos, muy lejos. Porque nunca tus ojos se han cruzado con los míos, porque nunca tus labios han besado los míos, pero a pesar de eso, a veces creo que lo he hecho tantas veces. Y por eso, te amo. Como el sol ama la tierra, como sólo los amantes de verdad pueden amarse. Te amo, por encima de toda esta distancia, del tiempo y de todas las cosas que nos separan.
No puedo tener tus labios sobre los míos, ni tus manos sobre mi piel, ni tus brazos apretándome fuerte junto a tu pecho.
A veces me resulta tan difícil y triste amarte así, otras me da valor para seguir y con sólo un minuto hablando contigo me siento feliz. Porque tú, le das vida a mis días, le das color y alegría, tan sólo un minuto contigo es como estar en el paraíso. Te amo y no dejaría de decírtelo jamás. Te amo, te amo sobre todas las cosas, te amo con todo mi corazón, te amo tanto que a veces me duele el alma. Pero tú sabes como calmar ese dolor.
Sólo en ti puedo pensar, cuando hago el amor con ella, o cuando a solas busco un desahogo a toda esta pasión. Sólo en ti, y sólo tú estás conmigo en esos momentos. Y es entonces, cuando siento tus besos sobre mis labios, cuando tus manos desabrochan mi camisa despacio, cuando mis manos surcan tus pechos bajo la ropa. Ya sólo existimos, tú y yo, no hay nadie más que nosotros dos en esos momentos. Y estás tan cerca, que puedo sentir tu aliento en mi oído y tu voz susurrándome que me amas. También yo te susurro al oído que te amo, mientras mis manos se deslizan hacía tu blusa y la desabrocha.
Te miro a los ojos, me miras a los ojos. Nuestras almas se reflejan en ellos, nuestros sueños chocan frente a nosotros.
Amor, es lo único que hay entre tu y yo. Y de nuevo te digo que te amo. Mis labios se comen tus labios, tu lengua choca con la mía, se pelean por buscar un lugar en la boca del otro. Nuestras manos se mueven nerviosas por nuestros cuerpos. Tu falda ha caído ya al suelo, mis pantalones la has tirado sobre una silla, tu mano está ya dentro de mis slip. Mi sexo está duro y siento tu mano agarrar mi sexo. Gimo, suspiro, grito en tu oído. Te amo, te amo y te necesito, necesito sentirte así, cerca de mí, dentro de mí. Con mi mano acaricio tu sexo, suavemente, despacio.Tu piel pegada a mi piel. Esto es un sueño, y no quiero despertar jamás, quiero seguir soñando el resto de mi vida que tú piel roza mi piel, mis dedos masajean tu clítoris con cuidado, que tu cuerpo se estremece al sentir esa caricia.
Nos echamos sobre la cama, me besas en el cuello, lo lames, porque sabes que eso me vuelve loco, mi piel se eriza y muerdes mi oreja con suavidad. Mis manos surcan tu espalda, te aprieto contra mí. Eres mi vida, ya sólo puedo pensar en ti, sentirte a ti. Tu sexo busca mi sexo, y yo te lo doy, nos miramos a los ojos, mientras mi sexo entra en el tuyo. Cuando ya esta dentro, nos besamos, nos abrazamos, nos amamos. Si, porque sólo hay amor entre nosotros, pero cuanto amor. Y nuestros cuerpos lo describen, bailan a su ritmo, lo llevan hasta el infinito. Amor, amor, amor, que nació de ti, nació de mí, de nuestras almas, para amarnos, para sentirnos, para tenernos.
Es extraño, pero es así, y está aquí entre nosotros, mientras tu cuerpo ama mi cuerpo, mientras mi mente sólo puede pensar en ti, mientras sólo puedo sentirte a ti cuando lo hago con ella o cuando a solas desahogo mi pasión. Tú, sólo tú y nadie más. Es todo lo que puedo sentir, a ti y tu amor. Tu cuerpo luchando con el mío por sentir esta pasión, mi sexo dentro del tuyo, deshaciéndose en este amor, mi cuerpo sintiéndose dentro de ti, al llegar a la culminación de este amor. Me estremezco y te estremeces, te siento y me sientes y en ese momento sólo estás tú en mi mente. Y no quiero despertar de este dulce sueño que cubre mi alma.
Pero despierto, y no estás tú, está ella y mi mundo se derrumba, porque sólo fue un sueño y tú estás a cientos de kilómetros de mí, y te echo de menos, y me faltas, y te amo. Cierro los ojos y te grito en mi silencio: "Te amo". Me giro, le doy la espalda, cierro los ojos, tu rostro se dibuja frente a mí, y siento que te amo.
JEROA
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