A los dioses el hombre podrá ocultar sus verdades No revelar cómo el gorrión se retorcía moribundo en el nido Podrá ser ciego a sus oxilaciones constantes, a los desvaríos que en cruel sensación de placer y de extravió…. le conducían más allá del bien y del mal a entregarse
Con la piel desgarrada en pedazos y la puerta del corazón abierta Como víctima ejemplar entregada a su cuerpo, abandonada gozosa a la perdición de sus besos renacer el horror de antiguos mitos perdidos conducida voluntariamente a la muerte
Embriagado, destruyéndose de a pocos en cada espera Anclado profusamente a su pecho, aferrándose a la vida Crucificado entre olvidos, pintando de grises los días Su voz la gema que aleja la negra vestidura de la tristeza
Ayúdame esta noche a quedarme de pie en esta tierra. Lo que se oculta amor no queda del todo oculto, eso lo sabes. La locura de los sentidos ha señalado el camino Nunca rechacé la idea de la muerte pero sin ti no deseo la vida
El amor es extraño a veces acepta, otras reclama. El mío no tan simple, es misterio atroz y fascinante que no espera nada porque en si mismo lo tiene todo Es hoja cadmia que retorna caprichosa y sedienta
Es milenario ritual por el cual los cuerpos someten al ser Es licor que embriaga y destruye voluntades Tal vez nada pueda halagar más sus deseos que esta forma tan extraña de amarle
Muerte y amor eternamente abrazados a su talle Condenado a una vida que se convierte en instante fugaz Condenado al supremo dolor de perderte cuando por fin mis aguas inundan las suyas anticipando el inicio del fin
Consumación del amor a plenitud en el abrazo frío de mis muertes Sacando la fuerza ciega para iluminar una vida que se agota no dejes que deambule y que me pierda celeste fuego Solo tu amor es el remedio y la condena sangrienta