SIN RUMBO
Sopla la galerna en mi corazón.
Oleadas de cruel espuma me acribillan el alma
y me rasgan la ilusión y el recuerdo.
Todo está contra mí en esa noche negra
rota de relámpagos y olvidos.
Ayer hacía bueno. Me querías,
¡¡ zigzag de besos en cada poro de mi piel !!.
Ahora te fuiste. Me dejaste solo,
dolido de llorar tanto sin llanto,
ángel caído sin suelo en que estrellarme…
Tanto tiempo queriéndote, gozándote,
aspirando tu aroma,
meciéndote en la cuna de mis brazos,
bebiendo tu elixir y tu saliva,
inspirando tu aliento
en un loco deseo de fundirme en ti…
Nacía renacido en el anhelo
suicida de morir como hombre.
Olvidabas mi nombre
¿Sabes? No me ha llovido ni tu adiós.
Y ahora estoy solo, confuso y desnortado.
Gira a mi alrededor el desencanto.
Ahora sé mi verdad triste y pequeña:
Buscarte aun a sabiendas de que tú
imaginas –o sabes- que no existo.
Jeroa
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