Alabado sea
Jesucristo…
Hoy estamos muy contentos porque festejamos el
cumpleaños a la Virgen María, a los nueve meses del 8 de diciembre en que fue
concebida sin pecado original, de acuerdo con el dogma de la Inmaculada
Concepción.
María fue la Madre de Jesús y, con este hecho, se
cumplieron las Escrituras y todo lo dicho por los profetas. Dios escogió a esta
mujer joven y pura para ser la Madre de su Hijo. Con ella se aproximó la hora
de la salvación. Por esta razón la Iglesia celebra esta fiesta con alabanzas y
acciones de gracias.
Hoy es un día especial para llevar flores a la Virgen en
alguna capilla, dando gracias a Dios por haberla creado y escogido para esa
gran misión. Por cierto es un día más que propicio para rezar a la Santísima
Virgen, en primer lugar para decirle cuánto la amamos, y luego para que nos
consiga la gracia que más necesitemos en este momento de nuestra vida.
María, amada Madre, en este día que festejamos tu
nacimiento, te pido que nos ayudes a estar siempre cerca de ti y de tu Hijo
Jesús.
¡Buenos días!
Oración simple
Te ofrezco hoy
una conocida oración de san Francisco de Asís. Es una oración que derrama luz
en nuestra mente y enciende con el fuego del Espíritu Santo el corazón.
Pronúnciala lentamente para que las palabras impriman en tu alma los delicados
sentimientos que expresan y puedas así orientarte luego, con su fuerza, a lo
largo de toda la jornada
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz;
donde haya odio ponga yo amor; donde haya ofensa, ponga yo perdón; donde haya
discordia, ponga yo unión; donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda,
ponga yo fe; donde haya desesperación, ponga yo esperanza; donde haya tinieblas,
ponga yo luz; donde haya tristeza, ponga yo alegría. Maestro, que no busque
tanto ser consolado como consolar, ser comprendido como comprender, ser amado
como amar. Porque dando se recibe; olvidando se encuentra; perdonando se
alcanza el perdón; muriendo se resucita a la vida eterna. Amén.
Anímate a
irradiar hoy la luz que hay en ti, pero ten en cuenta lo que escribió un autor:
“¡Si puedes ser una estrella en el cielo, sé una estrella en el cielo! ¡Si no
puedes ser una estrella en el cielo, sé una hoguera en la montaña! ¡Si no
puedes ser una hoguera en la montaña, sé una lámpara en tu casa!”.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para
adorarte y servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí
sólo busco, a tí sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es
conocerte y amarte. (Sol 1,1). La mies es mucha y pocos son los
obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que están
cansados y agobiados, que yo los consolaré (Mt 11.28). Es la
palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo. Amén. Yo dibulgo cada día
Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se propague la
Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos los creyentes y
no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en oración, que no
haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados terroristas,
ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el amor, en
todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón
de Jesús, está conmigo. Casimiro López