Te recorro y me recorres
palpas mi sien de mil cabellos
sientes mi pie desnudo y tierno
tomas en toda tu mano la firmeza de mi muslo
y te toco suave con las las yemas de mis dedos.
Nos besamos con la desnudez perenne del vocablo
con los labios deshaciendo las palabras
labio a labio nos besamos desnudando el silencio
carne a carne nos sentimos en la largueza del cuerpo
piel a piel nos acoplamos en la cadencia del lecho
hasta encontrarse los sexos en un beso universal y húmedo
cuando el falo abre los labios blandos a medio vientre
y los nervios más íntimos en el reverso de la piel nos nacen
para despojarnos de toda la ebriedad del día
y reconcentrar todo el ser
en el límpido instante de una sorprendente cópula.
Amor!
Amor nocturno que nos hizo el tiempo
amor que nos trae el sueño y que nos da la vida.