¡Ay sí,tal si pudiera
volver la lontananza en suelo fértil!
Era la aurora blanca más intensa
por los cuerpos calientes,
en comunión festiva
de amapolas abiertas,
peregrinando aromas del ensueño
con besos arrastrados,
burlando al pasto fresco cual litera...
Felicidad de boda,
arroz para la suerte...
Clamor de calentura por la siesta
Fuimos igual y mucho mas que el resto,
buscando amaneceres
donde el amor impera.
Claroscuros de dicha ya apagada.
¡Ay sí,tal si pudiera
volver la lontananza en suelo fértil!
Y sueño amarte en esta noche en quiebra
donde extraño tus juegos sin defectos,
más allá de aquel puente de tinieblas
que sigo percibiendo en injusticia.
Ya no hay sexo ni largos besos negros,
tampoco labios dulces en la friega,
ni anhelos en las ganas.
Estoy más que abatida.
Y me cuesta salir de este dilema
que no asume reyertas del destino.
Con ausencia en mis días de tigresa
sos reclamo en los goces más urgentes,
que el vacío rompió en garra siniestra
al partir y dejarme
oscuros los sabores
que gimen presagiando la vileza.
Con la muerte anexando en centinela
me sostengo en tus huesos carcomidos
que dan falsos placeres a mis ansias
en la cruel avaricia que lideran.
Ofreciéndome exequias en el viento
masturbando en el cuerpo que me increpa.
Y sufriendo en desgracia
ésta viudez de afectos sin ribera
me conformo en soñar
volver la lontananza en suelo fértil,...
¡Ay sí,tal si pudiera!