Un profesor de matemáticas se metió en un río poco profundo y capturó a tremenda anaconda después de que le había arrebató el perro de su amigo.
Al principio pensó que no era muy grande, hasta que empezó a jalar y descubrió que medía unos 5.2 m y pesaba poco más de 36 kg.
Para Sebastien Bascoules, que vive en Matoury, Guayana Francesa, fue “un sueño hecho realidad” realizar esta captura. Debido a que estaba digiriendo al perro no le presentó dificultad.
Aunque tenían la esperanza de recuperar a la mascota, fue demasiado tarde. Así que le cubrió la cabeza y la llevó a casa para poder liberarla al día siguiente pero en un lugar más lejano.
Por la noche, tuvieron que hospedarla en la bañera y en cuanto amaneció, sin olvidar tomar la foto del recuerdo con los niños, se fue a arrojarla a 10 km de donde la encontraron, explica el Globo.
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