La atmósfera del planeta HAT-P-11b, situado fuera de nuestro sistema solar, contiene vapor de agua. Así lo asegura un equipo internacional de astrónomos que ha logrado determinar su composición química a pesar de que este mundo se encuentra nada menos que a 124 años luz de distancia. Aunque tiene un tamaño cuatro veces superior al de la Tierra, se trata del planeta extrasolar más pequeño del que se ha logrado determinar parte de su composición química.
La descripción de la atmósfera de HAT-P-11b se publica esta semana en la revista Nature, en una investigación que pone de manifiesto los grandes y rápidos progresos que se están produciendo en el estudio de estos lejanos mundos. Desde que en 1995 los científicos Michel Mayor y Didier Queloz descubrieran el primer planeta fuera del Sistema Solar, se han localizado más de 1.500 con una gran variedad de tamaños y características.
Los autores de este estudio, liderados por Jonathan Fraine y Drake Deming, combinaron datos de tres telescopios espaciales de la NASA. Examinaron los datos recabados por Hubble y Spitzer entre julio de 2011 y diciembre de 2012, y los compararon con los obtenidos por Kepler, que continuamente monitoriza la región del cielo en la que está HAT-P-11b.
Hay varias maneras de encontrar exoplanetas, siempre de forma indirecta, pues están demasiado lejos como para realizar observaciones directas. Una de las técnicas más usadas consiste en detectar la presencia de un planeta por los cambios que experimenta su estrella cuando éste pasa delante de ella.
Recreación del aspecto que podría tener la atmósfera de ese planeta cuya composición ha sido determinada. NASA/JPL Caltech
Cuanto más grande es un planeta, más visible es esa especie de eclipse que se produce y, por tanto, más fácil resulta detectar su presencia. Por otro lado, la cantidad de radiación de la estrella que es absorbida por la atmósfera del planeta puede revelar los elementos químicos que hay en esa atmósfera, pues esos componentes dejan una especie de huella que sirve a los científicos para identificarlos tras realizar complejas mediciones.
Con este metodo, llamado espectroscopía de transmisión o de absorción (Transmission spectroscopy en inglés), detectan átomos y moléculas en las atmósferas. Con él habían logrado estimar parcialmente la composición de mundos de gran tamaño, tanto como el gigante Júpiter. El objetivo de este estudio era investigar los elementos químicos de cuerpos más pequeños. HAT-P-11b, algo más grande que Neptuno, sería el más pequeño de los descritos químicamente hasta ahora. Según explican los científicos, detectaron una gran cantidad de hidrógeno y cantidades significativas de vapor de agua.
Un mundo con una temperatura de 600º C
HAT-P-11b está en la Constelación de Cygnus y se encuentra muy cerca de su estrella. Los científicos del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica que lo descubrieron en 2009 determinaron su tamaño y estimaron su temperatura en unos 600ºC. Su estrella es más pequeña y menos luminosa que nuestro Sol (comparada con el astro rey, su radio es del 68% y tiene una luminosidad de sólo el 26%).
Según comenta a EL MUNDO Jonathan Fraine, investigador de la Universidad de Maryland (EEUU) y autor principal del estudio publicado en Nature, «es muy improbable que este planeta albergue algún tipo de vida como la que conocemos en la Tierra, sobre todo porque realmente no tiene una superficie en la que pueda desarrollarse».
El origen de los planetas
La composición química de la atmósfera de los planetas extrasolares, dicen los autores de este estudio, ofrece claves para entender cómo se formaron y evolucionaron. Y los astrónomos quieren averiguar si esos mundos se originaron de la misma forma que lo hicieron los del Sistema Solar. Los científicos creen que cuanto más pequeño es un planeta, más probable es que sean abundantes las moléculas más pesadas, como el hidrógeno y el oxígeno.
«Las ideas que tenemos sobre la formación de los planetas han sido desarrolladas para que coincidan con las de nuestro sistema solar. Pero no sabemos si otros sistemas planetarios se comportan de la misma manera», señala Drake Deming, coautor del estudio, en una nota de prensa. «Queremos averiguar si los planetas pequeños son ricos en elementos pesados, como el oxígeno, en el vapor de agua», añade.