SOÑANDO
Al amanecer del día te espero, al llegar la tarde te pienso, en el crepúsculo de la noche te sueño... y allí te siento tan cercana y a la vez tan lejos. Te veo e intento tocarte con las yemas de mis dedos y el sueño se hace neblina y tu cuerpo se hace etéreo… y así te disipas sin haber visto tu cara sin haber tocado tu cuerpo.
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