Cansado Y Sin Fuerzas
"No
se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que
necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la
gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el
corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.
A veces
hay una incomodidad en tu vida que no te permite tener paz, esa
sensación que turba tu mente y tu espíritu producida quizá por
diferentes episodios que has tenido que vivir los últimos días.
Y
es que pareciera que hay días que andamos en rachados, recibimos
diferentes problemas, enfrentamientos, discusiones o palabras que lo
único que han hecho es distraernos, ponernos de mal humor quizá o
simplemente desanimarnos.
Y es que el hecho de que te desanimes
por situaciones como esas no es cosa anormal, somos vulnerables todos,
por muy fuerte que creas que eres, hay momento en donde todo acumulado
te hace sentirte cansado, débil, sin fuerzas, con ganas de rendirte o
de parar.
Son difíciles esos momentos en donde existe una
incomodidad que no sabes identificar exactamente porque está allí o que
la produjo, en donde solo puedes deducir que es el resultado de tus
últimos días.
Para esos momentos en donde te sientes incomodo,
cansado, desgastado, sin fuerzas y con sensaciones de no querer seguir,
hay una formula maravillosa que nunca falla.
En esos momentos
en donde lo que quisiéramos es salir huyendo hacia algún lado para
olvidarnos de todo, lo que realmente necesitamos es ir a un lugar a
solas, cerrar nuestros ojos, pensar en el Señor y hablar con toda
sinceridad con Él, cuéntale cómo te sientes, cuéntale lo que te pasa y
entonces algo maravilloso pasara. Así que cuando tengamos alguna
necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará,
porque es bueno y nos ama.
De pronto sentirás tus lagrimas
correr sobre tus mejillas, como consecuencia de tu encuentro con Dios,
quizá lloraras como un niño, pero que lindo es que estas en los brazos
de tu Padre. Llorar no es malo, al contrario muchas veces nos ayuda a
sacar aquello que hasta ese momento no podíamos sacar, es como que si
Dios hubiera creado el llanto como un escape a esas emociones
encontradas y a esos episodios de tristeza que sentimos.
Después
de estar delante del Señor por algunos minutos estoy seguro que te
sentirás mejor, pues la idea no tendría que ser rendirse, al contrario,
la idea es recobrar el ánimo, las fuerzas y la voluntad para seguir
luchando.
Hay una cosa que tienes que entender y es que a pesar
de las diferentes situaciones que te toquen experimentar, Dios estará
contigo, Él nunca te dejará, Él estará a tu lado aun en esos momentos
de crisis, aun en esos momentos de confusión, y es que el hecho que te
sientas sin fuerza y cansado, no quiere decir que Dios no esté allí
para abrazarte y que recobres la fuerza.
Sea cual sea la
situación que estés viviendo, hoy simplemente me gustaría recordarte lo
siguiente: Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y
protector de los que en él confían.
Quizá hoy te sientas
cansado y sin fuerzas, pero un encuentro personal con Dios puede
cambiar tu actual estado, por eso hoy quiero motivarte con todo mi
corazón a que vayas y deposites delante del Señor todas esas cargas que
te han estado agobiando, ¿Cómo?, pues ve a un lugar a solas, cierra
tus ojos, piensa en el Señor y comienza a hablar con Él como hablaras
con tu mejor amigo, entonces Dios comenzara a abrazarte y a renovar tus
fuerzas, porque Él está allí mismo contigo.
¡Vamos! ¡Levántate!
Ve a ese encuentro maravilloso con tu Señor y estoy seguro que saldrás
renovado totalmente, porque en esos momentos en donde nos sentimos
cansados y sin fuerzas, lo que realmente necesitamos es encontrarnos
con nuestro Padre.
"El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
¡Dios renueva tus fuerzas!
¡Tú identidad es determinada por la presencia de Dios en tu vida!
Enrique Monterrosa