Ya no puedo mirar por otros ojos
que no sean los tuyos en los míos
ni beber de otros labios que tus labios
y sentirme en tu pecho protegido
Solamente tu amor me da la vida
y me arranca el dolor de no llevarte
pegadita a mi cuerpo todo el día
enredado en tu cuerpo para siempre
nada huele como tu piel de niña
nada sabe como tu flor salvaje
y tus pechos son fuentes de locura
que amortiguan mi sed sin saciarme
cuando llega la noche y te presiento
blanca, suave y desnuda acariciarme
abandono timón, ancora y velas
y me arrojo a tus simas ancestrales.