Ya no,
ya no quiero
morir de amor.
No quiero vivir tampoco.
Quisiera quedarme en el infinito,
allá, más profundo,
en la tiniebla del olvido
donde ya nadie recuerde
mis ojos, mi pelo, o el sabor de mi piel.
Así nadaré para siempre
en el lago que ya no existe,
que nunca existió.
Donde, es cierto, nadie me ame..
Donde nadie apuñale
mi dolorido corazón.
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