Alabado sea
Jesucristo…
Dios rechaza el pecado pero no deja de amar al pecador,
esperando pacientemente que se dé cuenta de su error. Él es Santísimo y Todopoderoso,
perfección y justicia absoluta pero, al mismo tiempo, bondad, misericordia y
ternura infinita, siempre dispuesto a perdonar y rehabilitar a quien se
arrepiente de corazón y se decide a comenzar una vida nueva.
La parábola de los dos hijos, que meditábamos en el
Evangelio de ayer, refleja nuestra realidad: a veces propongo firmemente no
pecar más y hacer todo el bien que puedo, pero el buen propósito dura poco, y
otras caemos en la cuenta de que cumplir cuanto él nos manda es lo más
inteligente, sensato y provechoso que podemos hacer.
Recordemos que el cielo estalla de alegría cada vez que
un pecador se convierte…
¡Buenos días!
Un anillo especial…
“Ser agradecido
es una virtud humana muy digna. Dar las gracias ante un favor, un buen gesto,
una atención recibida, es una forma concreta de reconocer que lo que han hecho
por nosotros, nos agrada, nos beneficia, nos hace bien... Poco de lo que somos
o poseemos lo hemos logrado por mérito propio. Generalmente, se lo debemos a
alguien.
Un joven entró en una joyería y pidió ver el
mejor anillo. El joyero le presentó uno. El hermoso diamante brillaba como un
diminuto sol. El cliente, admirado, lo aprobó. Preguntó el precio y se dispuso
a pagarlo. —¿Se va usted a casar pronto?,
preguntó el joyero. —No, respondió el joven. Ni siquiera tengo novia. La
sorpresa del joyero divirtió al comprador. —Es para mi mamá, dijo el joven.
Cuando yo iba a nacer, alguien sugirió el aborto para evitar problemas. Pero
ella se negó y me dio el don de la vida. Tuvo muchos problemas. Fue todo para
mí: amiga, hermana, maestra…Ahora que puedo, le compro este hermoso
anillo. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo
doy como signo de que, si ella hizo todo por mí, yo haré todo por ella. El
joyero ordenó a su cajera hacerle el descuento reservado a clientes
importantes.
Un inmenso
desfile de quienes merecen que les demos gracias, puede aparecer delante de
nuestros ojos con sólo pensarlo. También la naturaleza, nuestro cuerpo, el
trabajo, toda la vida misma pueden ser motivo de nuestro agradecimiento. Y el
destinatario de nuestra gratitud será el mismo Dios que nos ama y nos asiste
con su providencia”.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para
adorarte y servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí
sólo busco, a tí sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es
conocerte y amarte. (Sol 1,1). La mies es mucha y pocos son los
obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que están
cansados y agobiados, que yo los consolaré (Mt 11.28). Es la
palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo. Amén. Yo dibulgo cada día
Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se propague la
Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos los creyentes y
no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en oración, que no
haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados terroristas,
ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el amor, en
todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón
de Jesús, está conmigo. Casimiro López