Un encuentro casual
unas palabras sin promesas
unos besos sin amor.
La locura de un deseo, un suspiro…
unas caricias exentas de ternura
unos brazos que te envuelven
la mirada a veces fría
...y …luego un adiós.
De tanto recordar tu rostro
mis sentimientos se ahogan
en un mar bravío.
Como el ímpetu que arrastra una ola
desde el mar adentro
y estalla espumosa en la orilla.
Así me siento yo...
Por un suspiro, un aliento
por una suave y rápida caricia
escapadas aquellas horas de alegría
perdida en la quietud de una agonía,
cuajada de llantos y lamentos.