NO PODRÁS AMAR A OTRA
Porque en todas me veras,
sabes que digo verdad
y no ignoras además…
Que cuando junto a ti
se escape una risa el rumor
de mi agua fresca
en tu oído cantará,
que cuando un beso te den o tú pidas será mi boca, granada roja
y jugosa la que gozaras,
que cuando escuches que te llaman tañera la campana de mi voz nombrándote sin cesar,
y sobre todas las cosas
cuando unos ojos verde mar te miren
será en las olas de los míos
donde te sumergirás.
Y por último; amor mío
al subir al paraíso,
temerás que en ese instante final
del suspiro gritaras en silencio
mi nombre y me amaras.
No podré amar a nadie,
nadie existe como tú.
Me llenaste mis espacios,
sin dejar una oquedad,
respondiste a mis silencios,
me sacaste las sonrisas,
me dibujaste deseos,
y tomándome de la mano
me enseñaste a caminar.
Me vestiste de princesa
en los sueños de tu vida,
me nombraste la sirena
que surcaba tus mareas y así;
sin pretenderlo me regalaste
la ternura del niño que hay en el cielo inmenso de tus adentros.
Y antes, mucho antes
Me llevaste a tu montaña
allí gritaste mi nombre
salido de tus entrañas
el eco se lo guardo
y se quedo por siempre habitando
en tu valle.
Eras mi sueño soñado
hoy eres mi pensamiento
y mi recuerdo constante.
Ese será nuestro infierno,
el abismo de los dos
mientras sigamos viviendo,
nadaremos en recuerdos
y escalaremos momentos,
y se llenaran nuestros días
de ausencias y arrepentimientos
que nos asesinaran
y destruirán por dentro.
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