Alabado sea
Jesucristo…
Mañana celebramos a uno de los santos más grandes y
queridos de la Iglesia: San Francisco de
Asís, fundador de la Orden de los Frailes Menores, conocidos como
franciscanos.
San Francisco nos enseña a vivir la virtud de la humildad
porque tuvo un corazón alegre y humilde. Supo dejar no sólo el dinero de su
padre sino que también supo aceptar la voluntad de Dios en su vida. Fue capaz
de ver la grandeza de Dios y la pequeñez del hombre. Veía la grandeza de Dios
en la naturaleza.
San Francisco nos enseña a saber contagiar ese entusiasmo
por Cristo a los demás. Predicar a Dios con el ejemplo y con la palabra. San
Francisco lo hizo con Santa Clara y con sus seguidores dando buen ejemplo de la
libertad que da la pobreza.
San Francisco nos enseña el valor del sacrificio. Él
vivió su vida ofreciendo sacrificios a Dios.
San Francisco nos enseña a vivir con sencillez y con
mucho amor a Dios. Lo más importante para él era estar cerca de Dios. Su vida
de oración fue muy profunda y era lo primordial en su vida. Fue fiel a la
Iglesia y al Papa.
San Francisco nos enseña a vivir cerca de Dios y no de
las cosas materiales. Saber encontrar en la pobreza la alegría, ya que para
amar a Dios no se necesita nada material.
San Francisco nos enseña lo importante que es sentirnos
parte de la Iglesia y ayudarla siempre pero especialmente en momentos de
dificultad.
Miremos
el ejemplo de vida que nos ofrece San Francisco y que hoy también se
refleja en el Papa que ha elegido honrarlo usando su
nombre.
¡Buenos días!
Castillos en el aire
Hacer alarde de
valentía cuando el peligro ha pasado es ridículo, porque más bien subraya la
cobardía de un corazón pusilánime. Es cierto que hay miedos razonables que
surgen del instinto de conservación. Pero también existen los miedos sin base
en la realidad y que la fantasía nutre a su antojo. Que sepas distinguir y ser
siempre sanamente valiente.
La mayoría de nuestros temores, sobresaltos y
ansiedades provienen de los fondos oscuros de nuestra alma. La mente es capaz
de dar a luz fantasmas alucinantes que luego torturan el corazón humano. El
hombre se siente de pronto atenazado por el terror, pero no se da cuenta de que
tan sólo se trata de una subjetiva manía persecutoria, fruto de la mente. Por
lo tanto, debe percatarse de que sus ansiedades son sombras inexistentes y sus
miedos puras quimeras, hijas de la mente; de que está dramatizando episodios
insignificantes y de que se está atormentando por pesadillas sin fundamento.
(Larrañaga).
La imaginación
creativa embellece la vida con sorpresas que ayudan a superar la monotonía
diaria. Pero, puede también frenar tus decisiones fabricando castillos de
dificultades en el aire o tal vez presentarte ventajas ilusorias y engañosas
que terminan en desilusión y fracaso. El criterio para manejarte con sabiduría
es la realidad objetiva y nada más.
Enviado por el P. Natalio