Cierro los ojos y recorro
Tú completa geografía.
Mis dedos cual lapiceros
Con caricias de desvelos
Van dibujando el sendero.
Primero como al descuido
Se introducen en tu pelo
Ramas de mi roble eterno
Unas de otoño y otras de invierno.
Voy sedienta y en tus ojos
Que son pozos de placer
Yo me dejo caer
A refrescar mis deseos.
Como buscando guarida
En la cueva de tu boca
Mi lengua es sorprendida
Por una fiera dormida
Que se despierta enseguida
A darme la bienvenida.
En cascada por tu pecho
Van veloces mis labios
Al ecuador de tu cuerpo
Un ombligo muy bien hecho
Como laguna encantada
Y yo cual deseosa hada
Lo disfruto embelesada.
Poco falta en el camino
Para llegar como remolino
Al destino de mi viaje
Llevando como equipaje
Humedades de rocío,
Tu volcán enfrente mío
Con calor y en erupción
En alud de sensaciones
Acorrala mi pasión...