mírame a los ojos y dime,
que no sentiste nada cuando
te toque y fuiste por mi amada;
dime que mis manos no fueron regias
que no te dieron sensaciones desconocidas,
que ni siquiera esperabas
ni que tu piel aun experimentaba;
niégame que mis besos
en tu piel se quedaron,
y que cuando dijiste - ¡¡ No mas !! -
tus labios se arrepintieron,
no, no jures que no sentiste
que mis manos no te encantaron,
que a pesar de cualquier cosa
mis manos te fascinaron;
no dudes que a mi me encanto
el tocar tu suave cuerpo,