Fuego que se desliza alegre por las venas de mi cuerpo; Es el calor interno del deseo, del ansia grata de la carne... Tu labios ansiosos de lujuria se internan en busca de pasión. Tu lengua fogosa desparramada casi llega a hervir mi corazón... Es el preludio sabio de entonces atrayendo con tus manos cual moluscos apretados la presa que capturas para ti... Pronto mi débil y frágil carne son como espuma y algodón ya soy guiñapo roto de cartón soy esclava del deseo y el frenesí... Ya se desborda el aroma tibio del dulce viaje que trasciende con aquel movimiento ondulante el viaje coronado ya asesado