Chaman que habita mi sueño
Tu boca
posee a mi boca,
recreando el dulce manjar del cielo.
Rondas
cada agujero en mi piel,
dejándolo lleno con tu luz.
Tus ojos,
agua serena y abismal,
me elevan
a las terrazas de mi espíritu.
Tus manos,
conocen a ciegas,
cada rincón inédito de mí,
haciendo debutar
mis sensaciones,
en un mar de sal
y ardores,
que solo tu saliva sacia.
Anclas tu ser en mí,
colonizándome toda,
mientras el día
se hace noche,
y la noche
una infinita danza de almas,
sobre sábanas lavanda.
Mi lengua
se enlaza a la tuya,
en un místico ritual,
que hace girar
constelaciones y estrellas,
que navegan en el mar de vapores,
que palpitan en mis venas.