Alabado sea
Jesucristo…
Tu felicidad depende en gran medida, de tu forma de ver
las cosas.
La felicidad es un estado de ánimo que nace en tu
interior, y que por lo tanto, no depende necesariamente de acontecimientos
externos favorables para producirse. Aunque pueda parecerte increíble, lo
cierto es que... ¡Prueba a sentirte feliz deliberadamente durante cinco minutos
al día! No trates de sentirte feliz por algo en concreto, limítate tan sólo a
ser feliz.
Para lograr acceder a ese estado, recuerda cómo te
sentiste uno de los días más felices de tu vida e intenta reproducir ese
sentimiento en el momento presente. Practicando con regularidad este
ejercicio comprobarás que es
posible sentirse feliz a voluntad y
notarás día a día cómo tus momentos de felicidad van en aumento. La felicidad,
al igual que sucede con la autoestima, es algo que depende de nosotros mismos.
Aunque los demás puedan influir en determinadas ocasiones
sobre ella, en última instancia, de ti depende ser feliz. Repítete cuando
puedas: Mi estado de ánimo depende de mí. Jerry Minchinton
¡Buenos días!
Dos oficinas del cielo
La Reina de la
Paz te dice: “Mi querido hijo: ora para que tu vida esté llena de una gozosa
acción de gracias que brote de tu corazón, como un río de alegría. Da sin cesar
gracias a Dios por todo lo que posees, por cada pequeño don que Dios te
concede. Así, la bendición gozosa de Dios descenderá siempre sobre tu vida”.
Alguna vez leí que en el cielo hay dos
oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en
la tierra: una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos
ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de
peticiones que llegan en todo momento. La otra oficina es para recibir los
agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles
aburridos, porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres
desde la tierra para dar gracias...
San Pablo
exhortaba a los colosenses a “vivir dando gracias a Dios”. Ejercítate y verás
que te ayuda a vivir la relación con Dios de una forma concreta y existencial,
descubriendo con gozo los dones que te regala a cada paso. Es una oración que
ensancha el corazón y descansa la mente. Acostúmbrate a practicarla.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y
servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a tí
sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol
1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El Señor
dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los
consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo.
Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de
que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos
los creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el
amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado
Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López