Nació un beso desnudo
amaneció un abrazo
el precipicio oscuro
donde estrelló sus labios.
Solitaria centella
buscando manantiales
para beber su estrella,
de brillos fantasmales.
Flagelando dos cuerpos
un viento apasionado
alfarero que llena,
de ilusiones sus manos.
La noche entera en vela
en misterioso abrazo
para soñar viviendo,
para morir, soñando.
Rosal de tempestades
cuna de verde manto
arrullará la luna,
los besos con su canto.
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