AVENTURA
Me gusta pensar que era aventura,
a un solo ritmo bailando bajo la luna,
tu delirando, abrazado a mi cintura
y yo gimiendo de placer, casi locura.
Y es que era así, era aventura,
sexo sin compromisos y sin culpas,
que con el nombre de "pecado" se le imputa
a los amantes, la lujuria nos acusa.
No se trataba de amor, sino aventura
de abandonarme en tu colchón y con tu ayuda
llegar al éxtasis, más mujer que ninguna.
Tu semen deslizando entre mis piernas
y tu esencia recorriéndome las venas,
de tu libido, mi jardín la cuna... Tú, mi aventura.