A
veces, algo tuyo queda en mí,
adhesiva
permanencia de gozos,
oportunidad de más que perturba.
No hay
otras manos en revoloteo
que
ahoguen tan larga complacencia,
júbilo
de viajes a último momento,
y todo el gusto de haberte sentido.
Solazando
resabios de días juntos,
suavidad
de aguamieles candentes,
liberan,
indecentes propuestas azules
en la
victoria con que tu ausencia
me
visita en esa permanencia
que
aguardo hasta que te vienes.
Seroma