Alabado sea
Jesucristo…
¿Sabes lo que significa ser niño?
Significa creer en el
amor, en la hermosura, en las creencias más simples.
Significa ser tan pequeño que los duendes pueden
acercarse a cuchichear a tu oído.
Significa transformar las calabazas en carruajes, los
ratones en corceles, lo ruin en sublime, la nada en todo. Pues cada niño lleva
su propia hada madrina.
Todos deberíamos ser capaces de parar un poco el vértigo
en que vivimos y volver a esa etapa de la dulce inocencia de la niñez.
Detenernos en lo sencillo, disfrutar de lo natural y puro
de la vida. Sonreír con ganas, llorar sin sentir vergüenza, abrazar sin
pudores.
Y cuando estemos preocupados por algo, acordarnos de
nuestro Ángel de la guarda y pedirle que nos tome de la mano.
Ser niño es vivir con alegría en un mundo de esperanzas.
¡Buenos días!
Novicio impaciente
La oración es la
llave que abre los tesoros del cielo. Es el puente siempre accesible por el que
llegamos a Dios. El arte de orar es el arte de amar al Señor. Pero orar bien es
un regalo del Señor. Como los apóstoles implorémoslo con frecuencia. Pidamos al
Padre, por Jesús, que derrame sobre nosotros un Espíritu de oración y de
alabanza (Zac. 12, 10).
Después de una sesión matinal de oraciones en
el monasterio, el novicio preguntó al abad: —¿Estas oraciones hacen que Dios se
acerque a nosotros? —Te voy a responder con otra pregunta –dijo el abad.
—¿Estas oraciones harán que el sol salga mañana? —¡Claro que no! ¡El sol sale
porque obedece a una ley universal! —Entonces, ahí ésta la respuesta. Dios está
cerca de nosotros, no por las oraciones que recemos. El novicio se enojó:
—¿Entonces estas oraciones son inútiles? —Absolutamente. Si tú no te despiertas
temprano no podrás ver la salida del sol. Si tú no rezas, aunque Dios esté
siempre cerca, no conseguirás notar su presencia.
Para robustecer
tu fe en el Señor que te ama y te acompaña, lee con atención la Biblia. Al
inicio del capítulo 43 de Isaías encontramos esta perla deslumbrante: “Tú eres
de gran precio ante mis ojos, porque eres valioso, y yo te amo. No temas, yo
estoy siempre contigo”. Medítalo, y agradece al Señor su ternura por ti.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y
servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a tí
sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol
1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El Señor
dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los
consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo.
Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de
que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a
todos los creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el
amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado
Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López