Voy resbalando por las laderas
de tu cuerpo,
me sumerjo en la profundidad
de tus abrazos...
Mientras tus manos serpentean
por mi piel,
buscando escalar por sus montañas,
alcanzando su cima pronunciada.
Cada beso despierta zonas,
que se unen en una sola llamarada,
quemando cada espacio,
a su paso, tan preciso y sensual.
Son mis manos los pájaros
que sobrevuelan tu paisaje,
encontrando los lugares exquisitos,
hasta hacerlos posadas de placer.
Enredados como lianas
unimos nuestras ansias,
derramando los licores aún guardados,
para embriagarnos en la entrega,
de un viaje imaginado.