Cuando la humanidad puso el pie en la Luna, pudo imaginarse que sólo se trataba del principio de algo más grande. Desde entonces, la tecnología ha avanzado tanto que la Agencia Espacial Europea (ESA) se ha atrevido a soñar con bases lunares impresas en 3D con rocas del propio satélite, creando un "caparazón protector con una estructura hueca muy parecida a la de los huesos, ligera y fuerte a la vez", tal y como se describe en este vídeo. La idea fue desarrollada por la empresa Foster+Partners, dedicada a la arquitectura sostenible en lugares con climas extremos. Así, pretenden dar otro 'pequeño paso' hacia la futura colonización lunar.
De momento, la impresión 3D tan sólo ha llegado al espacio de la mano de la empresa Made In Space, que se ha aliado con la NASA para ensayar la producción de objetos en órbita. La investigación para la utilidad de esta tecnología en las misiones espaciales llega incluso a la producción de alimentos, pero, al igual que la base lunar de Foster+Partners, todavía es un proyecto que está sobre el papel.
Sin embargo, a la agencia espacial le parece una tecnología muy factible. Hace algunas semanas, el Centro de Investigación y Tecnología Espacial (ESTEC), en Noordwijk (Países Bajos), celebró un workshop durante dos días, en el que más de 350 expertos discutieron sobre el potencial de la impresión 3D para transformar la industria del espacio y elaborar la norma estándar que de el pistoletazo de salida a este tipo de proyectos.