Alabado sea
Jesucristo…
Como familia y como pueblo de Dios hemos comenzado a
transitar el tiempo de Adviento y vamos al encuentro de Jesús que es la luz que
ilumina nuestro camino y que ha venido y viene para que el Amor brille en cada
persona y en todo el mundo.
Oramos al Padre celestial diciendo: “La tierra se alegra
en estos días y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, quien se acerca como
luz esplendorosa, para iluminar a los que vivimos en las tinieblas de la duda,
del dolor y del pecado. Lleno de esperanza en tu venida, tu pueblo ha preparado
una corona con ramos verdes y la ha adornado con la luz de las velas. Señor, en
este tiempo en que nos preparamos para la venida de tu Hijo, te pedimos que,
mientras nuevas luces se encienden, a nosotros nos ilumines con el esplendor de
Jesús, la luz del mundo que iluminará todas las oscuridades. Amén”
¡Buenos días!
El principito y el zorro
Las celebraciones
—en el hogar, en la escuela, en la iglesia— exigen una adecuada preparación.
Proyectan así con anterioridad el clima y los valores que se van a festejar.
Esto marca las celebraciones con un halo especial que ayuda a vivirlas con más
provecho y profundidad. La Iglesia ha comenzado el Adviento para preparar la
próxima Navidad.
El principito llegó temprano. “Mejor sería
venir siempre a la misma hora”, dijo el zorro. Si tú vienes, por ejemplo, a las
cuatro de la tarde, desde las tres yo empezaría a ser feliz. Y cuanto más cerca
esté la hora, tanto más feliz seré. Pero si vienes a cualquier hora, no sabré
cuándo disponer mi corazón. Es necesario un rito”. “¿Qué es un rito?”, preguntó
el principito. “Pues es algo demasiado olvidado”, dijo el zorro. “Es lo que
hace que un día sea diferente de otro; que una hora sea distinta de las demás.
Los leñadores tienen un rito. Ellos bailan los jueves con las chicas del
pueblo. El jueves es para ellos un día maravilloso. Si bailaran cualquier día,
no esperarían el jueves como un día de vacación y alegría”. (A. de Saint
Exupéry).
Adviento es un
tiempo oportuno para vivir con intensidad la venida histórica de Jesús: Dios
que irrumpe en nuestra vida y asume nuestra humilde condición humana para
levantarnos a alturas desconocidas. La vivencia del Adviento consiste en un
fuerte anhelo de que Dios venga, nos acompañe y nos enseñe a vivir su amor con
más apertura y calidad.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para
adorarte y servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí
sólo busco, a tí sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es
conocerte y amarte. (Sol 1,1). La mies es mucha y pocos son los
obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que están
cansados y agobiados, que yo los consolaré (Mt 11.28). Es la
palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo. Amén. Yo dibulgo cada día
Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se propague la
Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos los creyentes y
no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en oración, que no
haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados terroristas,
ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el amor, en
todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón
de Jesús, está conmigo. Casimiro López