Alabado sea
Jesucristo…
El tiempo que no dediquemos a ser santos, es tiempo
perdido. Ya lo dice el Apóstol San Pablo que todo lo que hagamos, ya sea comer,
beber, o cualquier otra cosa, lo hagamos para la gloria de Dios, es decir, para
ser santos. La voluntad de Dios es que seamos santos, y no hay mayor objetivo
en la vida que éste de llegar a la santidad. El demonio solo teme que nos
decidamos de una vez por todas a ser santos, porque sabe que cuando gustemos el
primer bocado de la santidad, nos habrá perdido para siempre, porque la
santidad es tan sabrosa que una vez entrevista, nos da cada vez más hambre de
Dios y de santidad y ya el demonio no nos puede detener de ninguna forma. Por
eso es que el demonio hace todo lo posible para que los hombres pasen la vida
entretenidos en mil bagatelas y viviendo descuidados y sin pensar en sus
destinos eternos. Los distrae del pensamiento de la muerte, que a todos nos
sobrevendrá, y así cosecha innumerables almas para su Infierno. Es tiempo de
despertar y ser patriotas y héroes, porque el que se santifica es el que más
ama a su Patria y es el gran benefactor de la humanidad. ¿Queremos hacer algo
por el mundo, por los hombres, por Dios? Tratemos seriamente de ser santos, y
haremos mucho, haremos todo lo que puede hacer un hombre en este mundo y en el
otro. www.santisimavirgen.com.ar
¡Buenos días!
El cabrito y el lobo
La concentración
en tus propósitos es fundamental para llegar a las metas que deseas. En la
medida en que dispersas tu atención, se retardan o se pierden los objetivos
anhelados. La concentración es una disciplina de la mente y voluntad para hacer
efectivos los deseos profundos del corazón. Una curiosa fábula ilustra bien
este principio de la conducta humana.
Un cabrito cansado se quedó atrás del rebaño
y fue alcanzado por un lobo que lo perseguía. Se volvió hacia éste y le dijo:
—Ya sé, señor lobo, que estoy condenado a ser tu almuerzo. Pero para no morir
sin honor, toca la flauta y yo bailaré por última vez. Y así lo hicieron, pero
los perros, que no estaban lejos, oyeron el sonido de la flauta y enseguida
corrieron a perseguir al lobo. Viendo frustrada su comida, se dijo el lobo:
—Con sobrada razón me ha sucedido esto, porque siendo yo cazador, no debí meterme
a flautista (Esopo).
San Pablo les
recordaba a los corintios que ”los atletas se privan de todo, y lo hacen para
obtener una corona que se marchita; nosotros, en cambio, por una corona
incorruptible”. Entre todos los objetivos que tenemos hay uno importantísimo:
alcanzar la corona de gloria en la vida eterna con Cristo. Que tengas la
disciplina necesaria para no olvidarlo.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para
adorarte y servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí
sólo busco, a tí sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es
conocerte y amarte. (Sol 1,1). La mies es mucha y pocos son los
obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que están
cansados y agobiados, que yo los consolaré (Mt 11.28). Es la
palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo. Amén. Yo dibulgo cada día
Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se propague la
Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos los creyentes y
no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en oración, que no
haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados terroristas,
ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el amor, en
todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón
de Jesús, está conmigo. Casimiro López