DIOS MIO AYUDAME…QUITA DE MI ESTA TRISTEZA!
Y dije: “¡Quién me diese alas como de paloma! volaría yo, y descansaría”. (Salmos 55:7)
No sé si tus ha pasado por experiencias donde todo parece que ya no
hay solución. Hiciste todo lo que pudiste y no encontraste la luz en
la oscuridad. Yo sentí muchas veces esto. Dije: Dios mío ayúdame,
quítame esta tristeza porque me va a matar! El dolor que uno siente en
el corazón es tan grande y desesperante que no hay forma de
describirlo. Por más que buscamos soluciones y salidas, todas nos
llevan al mismo punto de inicio. Hemos perdido hasta el gozo de vivir y
con tan solo pensar en que vamos a iniciar un nuevo día nos da temor,
pánico.
Queremos ser positivos pero solo nos envuelve el pesimismo y la
desesperanza. Pero hoy Dios quiere que te diga que no todo está perdido.
No tienes que huir al desierto ni tratar de escapar porque la
solución no es escapar. Sino más bien darle frente a cada problema por
más difícil que esto sea y que parezca. El Salmo 55: 23 expresa una
plegaria a Dios urgente, una necesidad de su intervención. Pero aún en
medio de ese clamor, el salmista puede proclamar que Dios es su único
amigo y que hace cosas maravillosas aún en los momentos más difíciles
de su vida. “Deja tus preocupaciones al Señor, y él te mantendrá
firme; nunca dejará que caiga el hombre que lo obedece”.
Lo que quiero decirte es que Dios nunca te ha abandonado! Puede que
el dolor te haya hecho pensar que sí, pero te digo lo contrario, es
cuando más cerca ha estado de ti. Así como la lluvia que cuando cae moja
a todos por igual, pasan situaciones en la vida que nos parecen
injustas. Cosas malas a veces nos tratan de salpicar y dañar, pero
tenemos al mejor Guardaespaldas y Protector que jamás ha existido ni
existirá. Tienes a alguien que te guarda y te defenderá, aun cuando por
momentos te sientes solo (a).
Amigo, (a) Dios quiere hoy mojarte pero con una lluvia de
bendiciones, paz y amor. Puedes descansar en sus amorosos brazos porque
EL está disponible para ti. Si tienes que llorar, ¡hazlo sin temor!
Porque cerca de su corazón encontrarás consuelo para tus lágrimas y
descanso para tu alma fatigada y cansada. ¿Sabes? Dios tiene un
propósito para tu vida, pero tienes que levantarte del suelo. No te
quedes tirado a la orilla del camino. Hoy puede ser el comienzo de tu
transformación. Dios puede renovar tu ser por completo, poner oxígeno y
aliento donde falta. Recibe su abrazo porque él solo quiere amarte y
estar contigo durante este proceso y también cuando vengan nuevas cosas
para tu vida. Presentado por Casimiro López