Alabado sea
Jesucristo…
Allanen los caminos de vuestra vida porque el Señor está cerca.
Él vendrá como el rocío mañanero, como la luz del alba,
como la lluvia que empapa la tierra, como el sol que calienta nuestra
existencia, como el aire que infunde vida, como la nieve que nos cubre de
blancura.
Él cambiará nuestros corazones de piedra en corazones de
carne cálida y tierna, lavará nuestro rostro con agua fresca, despertará
nuestros ojos dormidos, ablandará la dureza de nuestras entrañas, guiará
nuestros pasos vacilantes por sendas rectas y llanas, perfumará todo nuestro
ser con sus fragancias y fecundará nuestra vida yerma.
Ulibarri Fl.
¡Buenos días!
Cuida tu matrimonio
Cuando ya no
valoras y amas a la persona que Dios puso a tu lado; cuando te haces como ciego
ante las inmensas riquezas espirituales y humanas que tiene tu cónyuge; cuando
desconoces u olvidas el por qué te enamoraste del que después sería contigo un
solo ser, poco a poco se hunde la estabilidad de tu matrimonio.
Mucha gente, por descuido y desidia, se
encuentra el día menos pensado con un vacío grande... "desapareció el ser
amado", se rompió la vinculación afectiva. No se dieron cuenta de que al
no cultivar la ternura, la escucha, el respeto, el dedicar tiempo al encuentro
personal; todo esto produjo un enfriamiento, y un triste alejamiento de ambos.
Todo ocurre gradualmente, y un día cualquiera, se levantan y se dan cuenta de
que "se les murió el amor"; que ya nada los une. Se fueron alejando y
fabricando un mundo de indiferencia. Ya no hay resonancia en las palabras, en
los suspiros, en los anhelos... un frío interno ha congelado sus almas. Al
final, dos extraños viviendo juntos.
Aprecia y cuida
tu matrimonio. Juntos arrodíllense, imploren al Señor que entre en sus vidas,
que sea él quien conduzca su matrimonio, quien los mantenga unidos hasta el
final. ¡Hasta que la muerte los separe! Y no se olviden, con Dios todo esto es
más fácil y posible, porque ¡con él, ustedes son invencibles! (Anónimo).
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y
servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a tí
sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol
1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El Señor
dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los
consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo.
Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de
que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos
los creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el
amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado
Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López