Alabado sea
Jesucristo…
Va llegando la hora, y se acaban las palabras… Jesús está
naciendo: en Belén, como hace dos mil años, y en cada uno de nosotros hoy, si
es que estamos dispuestos a recibirlo con el corazón abierto para que haga
morada en él y permanezca para siempre.
En estas semanas de Adviento hemos tratado de prepararnos
espiritualmente de la mejor manera para tan excepcional acontecimiento. Ya no
queda más tiempo… sólo esperar y darle el mejor recibimiento a Él que viene a
nosotros, por nosotros y para nosotros.
Jesús está tocando a nuestra puerta. ¡Vayamos presurosos
al encuentro del Señor!
¡Buenos días!
Padre de bondad
Una vez se hizo una encuesta entre lectores de la Biblia
de distintos credos. La pregunta era: “¿Cuál es el pensamiento que más te ha
impresionado al leer las santas Escrituras?” Ganó por muchos votos el pasaje de
Juan 3, 16:”Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo
el que cree en él no perezca, sino que tenga Vida eterna”.
Padre de bondad,
Padre de amor, te bendigo, te alabo y te doy gracias porque por amor nos diste
a Jesús. Gracias Padre porque a la luz de tu Espíritu comprendemos que Él es la
luz, la verdad y el buen pastor, que ha venido para que tengamos vida y la
tengamos en abundancia. Hoy, Padre, me quiero presentar delante de ti, como tu
hijo. Tú me conoces por mi nombre. Pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida. Amén.
Abrahán Lincoln dijo: “Todavía concibo que se pueda ser
ateo mirando la tierra; pero no comprendo que se puedan alzar, de noche, los
ojos al cielo y decir que no existe Dios”. La naturaleza manifiesta la bondad,
sabiduría y poder de Dios: tanto los astros del cielo como la belleza de un
rosal hablan de un Dios maravilloso creador de cuanto existe.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y
servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a tí
sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol
1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El Señor
dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los
consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo.
Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de
que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos
los creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el
amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado
Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López