Alabado sea
Jesucristo…
Epifanía significa 'manifestación' de Dios. Dios se revela a todos: ricos y pobres, poderosos y humildes,
judíos y no judíos. Después de nacer se manifestó a los pastores, pero luego se
manifestó a los magos de oriente. Hoy también quiere manifestarse a todos.
Quizá la
intención principal de san Mateo, cuando contaba el suceso de los magos, era
exponer, como luego lo hizo a través de todo el evangelio, que el mensaje de
Jesús es universal, que no es sólo para una raza o una nación, sino para todo
el mundo. Por eso al recordar este suceso, la Iglesia nos estimula a
trabajar por la evangelización de todas las gentes. Este es un día misionero
por excelencia, porque Jesús no sólo se manifestaba a los judíos, sino desde el
principio nos enseñó que había venido para salvar a todos los pueblos.
¡Buenos días!
Te di tan poco
La humildad
consiste en reconocer que Dios es el autor de todo bien. De él proviene todo
cuanto tenemos y somos. Y también cuanto tiene y es nuestro prójimo. Por eso no
cabe el sentido competitivo de la vida, que está en el fondo de la actitud
soberbia y envidiosa. El que quiere sobresalir no busca alcanzar una meta, sino
crear distancia respecto de los otros.
¡Te di tan poco, Señor Jesús, pero Tú hiciste
de eso algo tan grande! ¡Soy tan poca cosa ante Ti, y me tornaste tan rico! No
conseguí darte todo lo que hubiese deseado, ni logré amarte como yo quería y
soñaba. Te di tan poco, de verdad, tan poco, y con tan poco entusiasmo y
alegría. Sin embargo, Tú sabes que en ese “poco” yo quise poner todo mi
corazón. Tú ves el fondo de mí mismo, con mi deseo de darte mucho más. Como
transformas mi pobreza en riqueza, y mi vacío en plenitud, toma mi don tal como
es, toma también todo lo que él no es a fin de que en mí haya entrega total,
con mi propia miseria, y sea todo de nuevo recreado por el poder soberano de tu
amor. Amén.
Ubicarse ante
Dios significa ser conscientes de nuestra pequeñez, porque “El Señor es grande,
tiene en su mano los abismos de la tierra, son suyas las cumbres de los montes,
suyo es el mar, porque él lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos”.
Con razón antes de hablar a Dios, Abrahán le pedía perdón porque se sentía
“polvo y ceniza”.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y
servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a tí
sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol
1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El Señor
dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los
consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo.
Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de
que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos
los creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el
amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado
Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López