Alabado sea
Jesucristo…
Con la Fiesta del Bautismo del Señor, que hemos celebrado
ayer, ha terminado el tiempo litúrgico de Navidad y a partir de ahora estamos transitando
lo que se denomina el “Tiempo Ordinario” o también “durante el año”, el cual a
su vez se verá interrumpido en la próxima Cuaresma y Pascua, para que lo
retomemos luego de Pentecostés y hasta el final del año litúrgico en las
vísperas del Adviento.
La denominación de “Tiempo Ordinario” no significa que
sea un tiempo de poca importancia para nosotros. Simplemente la Iglesia ha
denominado así a estas 33 ó 34 semanas del año litúrgico que no están
encuadradas en los llamados “tiempos fuertes” que son Cuaresma, Pascua,
Adviento y Navidad.
A lo largo de este tiempo Cristo se hace presente y nos
guía permanentemente a través de las lecturas y meditaciones de cada día, que
nos permiten conocer y meditar el mensaje de salvación apropiado a todas las
circunstancias de la vida.
El color característico del “Tiempo Ordinario” en los
ornamentos y vestiduras es el verde (con excepción de días festivos o
celebraciones de mártires). El verde simboliza la esperanza, el tiempo en que
todo reverdece, se renueva y florece.
¡Buenos días!
Aceptación
“Acepto”. Esta es
una palabra fundamental para recuperar la paz interior, para dejar de sufrir
tanto ante las dificultades, los imprevistos, las novedades que te rompen los
planes y los esquemas. “Acepto” quiere decir que no te rebelas ante lo que no
se puede evitar, que no desgastarás tus energías lamentándote por algo que no
puedes cambiar. (V. Fernández).
Aceptación significa que puedes encontrar en
tu corazón la serenidad que te libere del pasado con sus errores y pesares, te
transporte hacia el futuro con una perspectiva nueva, y te haga apreciar la
oportunidad de una nueva vida. Aceptación significa que cuando haya momentos
difíciles en tu vida, sabrás hallar el amparo y el consuelo para aliviar tus
pesares. Hallarás nuevas aspiraciones y esperanzas, e indulgencia en tu
corazón. Aceptación no significa perfección para siempre. Solo significa que te
sobrepondrás a la imperfección. Aceptación es la senda hacia la paz, para
liberarte de lo peor, conservar lo mejor, y hallar en tu alma la esperanza que
te acompañe toda la vida. (Regina Hill).
Un signo de
madurez es aceptar la realidad y poseer suficiente solidez y equilibrio para
vivirla. La persona madura es objetiva: sabe valorarse a sí mismo sin dejar de
valorar a los demás. Es capaz de tomar una decisión y sostenerla. Madurez es el
arte de vivir en paz con lo que no se puede cambiar. Ejercítate en la sabiduría
de ser objetivo.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y
servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a tí
sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol
1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El Señor
dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los
consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo.
Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de
que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos
los creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el
amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado
Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López