Se descubren nuevos beneficios del cacao para el cerebro
Según un artículo publicado el 18 de febrero de 2007 por Reuters, nuevos estudios financiados por el fabricante de dulces Mars, sugieren que un tipo de cacao con una fórmula especial podría impulsar la función cerebral y retrasar el deterioro producido por el envejecimiento. Los científicos presentaron sus resultados en el congreso anual de la American Association for the Advancement of Science, en San Francisco.
Los estudios, para los cuales Mars proporcionó un mejunje de cacao líquido con una fórmula especial, sugieren que los flavanoles, un ingrediente del cacao, aumentan el flujo sanguíneo que va al cerebro, algo muy prometedor para el tratamiento de algunas alteraciones vasculares.
Su línea de chocolates CocoaVia, elaborada por medio de un proceso que mantiene los flavanoles, había demostrado ya, en ensayos clínicos previos, ser beneficiosa para el corazón. Ahora, las últimas investigaciones sugieren también que podría serlo para el cerebro.
Ian Macdonald, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nottingham, en Gran Bretaña, realizó un pequeño estudio de formación de imágenes cerebrales en mujeres jóvenes sanas para ver si el cacao rico en flavanoles ayudaba a impulsar la función cognitiva durante la realización de complejas tareas mentales.
Según él, aunque la bebida no mejoró sus resultados en las pruebas, sí incrementó el flujo sanguíneo que va al cerebro durante un período de 2-3 horas. Macdonald piensa que una investigación más amplia demostraría que este incremento del flujo sanguíneo podría beneficiar a los ancianos y a los que padecen una alteración cognoscitiva, como la fatiga o incluso ataques isquémicos transitorios (mini-strokes).
En otro estudio, en este caso estadounidense, en el que se han estudiado los efectos del cacao y los flavanoles en la población indígena Kuna de Panamá, también se observó un marcado incremento en el flujo sanguíneo. El estudio lo realizó el Dr. Norman Hollenberg, de la Facultad de Medicina de Harvard, y en él participaron adultos sanos de alrededor de 50 años de edad.
Según Hollenberg, a pesar de ser muy prometedor, es necesario comprobar este beneficio mediante la realización de un ensayo clínico de larga duración.
Según un artículo publicado el 18 de febrero de 2007 por Reuters, nuevos estudios financiados por el fabricante de dulces Mars, sugieren que un tipo de cacao con una fórmula especial podría impulsar la función cerebral y retrasar el deterioro producido por el envejecimiento. Los científicos presentaron sus resultados en el congreso anual de la American Association for the Advancement of Science, en San Francisco.
Los estudios, para los cuales Mars proporcionó un mejunje de cacao líquido con una fórmula especial, sugieren que los flavanoles, un ingrediente del cacao, aumentan el flujo sanguíneo que va al cerebro, algo muy prometedor para el tratamiento de algunas alteraciones vasculares.
Su línea de chocolates CocoaVia, elaborada por medio de un proceso que mantiene los flavanoles, había demostrado ya, en ensayos clínicos previos, ser beneficiosa para el corazón. Ahora, las últimas investigaciones sugieren también que podría serlo para el cerebro.
Ian Macdonald, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nottingham, en Gran Bretaña, realizó un pequeño estudio de formación de imágenes cerebrales en mujeres jóvenes sanas para ver si el cacao rico en flavanoles ayudaba a impulsar la función cognitiva durante la realización de complejas tareas mentales.
Según él, aunque la bebida no mejoró sus resultados en las pruebas, sí incrementó el flujo sanguíneo que va al cerebro durante un período de 2-3 horas. Macdonald piensa que una investigación más amplia demostraría que este incremento del flujo sanguíneo podría beneficiar a los ancianos y a los que padecen una alteración cognoscitiva, como la fatiga o incluso ataques isquémicos transitorios (mini-strokes).
En otro estudio, en este caso estadounidense, en el que se han estudiado los efectos del cacao y los flavanoles en la población indígena Kuna de Panamá, también se observó un marcado incremento en el flujo sanguíneo. El estudio lo realizó el Dr. Norman Hollenberg, de la Facultad de Medicina de Harvard, y en él participaron adultos sanos de alrededor de 50 años de edad.
Según Hollenberg, a pesar de ser muy prometedor, es necesario comprobar este beneficio mediante la realización de un ensayo clínico de larga duración.