Las fresas podrían retrasar el envejecimiento cerebral
Según un artículo publicado el 3 de agosto de 2006 en Snackandbakery.com, un nuevo estudio realizado con animales de laboratorio sugiere que las fresas y los arándanos podrían protegernos del declive en las habilidades motoras y el aprendizaje que habitualmente acompaña al envejecimiento.
El estudio, publicado en su versión íntegra en Neurobiology of Aging con el título "Beneficial effects of fruit extracts on neuronal function and behaviour in a rodent model of accelerated aging", ha sido realizado por investigadores del Human Nutrition Research Center on Aging del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, en la Universidad de Tufts, en Boston. Se puede consultar el abstract.
Según el estudio, en un modelo experimental de envejecimiento, añadir a la dieta un suplemento de fresas o arándanos ayudaría a los animales a preservar la capacidad de aprender, recordar y reaprender diferentes patrones en un laberinto.
"Este estudio sugiere que determinadas estrategias dietéticas podrían ayudar a retrasar la disminución de habilidades cognitivas experimentada durante el proceso normal de envejecimiento", explica Jim Joseph, científico de la USDA y coautor del estudio.
Investigaciones previas han señalado que la muerte oxidativa desempeña un papel importante en la disminución de la función cerebral observada durante el envejecimiento y las fresas y los arándanos son ricas en antioxidantes, sustancias que protegen frente a este daño.
Los experimentos anteriores sugerían que estos frutos ayudaban a prevenir los déficits cognitivos y motores del envejecimiento. Este nuevo estudio se llevó a cabo para ampliar estos experimentos, evaluando la capacidad de las fresas y arándanos para mantener la función cerebral en ratas sujetas a un envejecimiento acelerado.
Además de los antioxidantes, las fresas contienen vitaminas esenciales, fibra, potasio y fitoquímicos, todos ellos considerados beneficiosos para la salud.
Según un artículo publicado el 3 de agosto de 2006 en Snackandbakery.com, un nuevo estudio realizado con animales de laboratorio sugiere que las fresas y los arándanos podrían protegernos del declive en las habilidades motoras y el aprendizaje que habitualmente acompaña al envejecimiento.
El estudio, publicado en su versión íntegra en Neurobiology of Aging con el título "Beneficial effects of fruit extracts on neuronal function and behaviour in a rodent model of accelerated aging", ha sido realizado por investigadores del Human Nutrition Research Center on Aging del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, en la Universidad de Tufts, en Boston. Se puede consultar el abstract.
Según el estudio, en un modelo experimental de envejecimiento, añadir a la dieta un suplemento de fresas o arándanos ayudaría a los animales a preservar la capacidad de aprender, recordar y reaprender diferentes patrones en un laberinto.
"Este estudio sugiere que determinadas estrategias dietéticas podrían ayudar a retrasar la disminución de habilidades cognitivas experimentada durante el proceso normal de envejecimiento", explica Jim Joseph, científico de la USDA y coautor del estudio.
Investigaciones previas han señalado que la muerte oxidativa desempeña un papel importante en la disminución de la función cerebral observada durante el envejecimiento y las fresas y los arándanos son ricas en antioxidantes, sustancias que protegen frente a este daño.
Los experimentos anteriores sugerían que estos frutos ayudaban a prevenir los déficits cognitivos y motores del envejecimiento. Este nuevo estudio se llevó a cabo para ampliar estos experimentos, evaluando la capacidad de las fresas y arándanos para mantener la función cerebral en ratas sujetas a un envejecimiento acelerado.
Además de los antioxidantes, las fresas contienen vitaminas esenciales, fibra, potasio y fitoquímicos, todos ellos considerados beneficiosos para la salud.