Alabado sea Jesucristo…
Creo en
Jesús el Cristo, cuya vida, desde el fondo de la tierra y desde Dios,
sigue anunciando que ninguna criatura está nunca sola, nunca está
abandonada.
Creo en
Jesús, nuestro Señor, el que nos hace libres de todos los señores, de
todos los poderes, de todos los temores que nos amenazan y encogen. Pues
para que seamos libres nos ha liberado Cristo (Gal 5,1)
Creo en Jesús que lava los pies y sirve a la mesa y nos impone el único mandato del amor feliz de sí y del amor servicial mutuo.
Creo que
Jesús nos devuelve la confianza en nosotros mismos, así como la
confianza en el mundo de hoy con toda su complejidad, con toda su
vulnerabilidad.
Creo en
Jesús, Hijo único. El que impregnó su profecía y su rebeldía en la
ternura de Dios. El que se supo plenamente amado, fundado, afirmado,
enviado y sostenido por Dios en todo momento.
Creo que
en él nos percibimos, aunque sólo sea a oscuras, como hijos e hijas
amorosamente engendradas, pacientemente gestadas, incondicionalmente
amadas.
Creo que con él aprendemos a llamar a Dios con infinita confianza y humildad: ¡Abbá!
José Arreg***