El rover Curiosity ha detectado los cambios del metano sobre la superficie del planeta rojo. / NASA
El
metano es un gas que, para los habitantes del planeta Tierra, está
ligado, sobre todo,a la actividad biológica, aunque también puede tener
un origen geológico. Por eso, los científicos piensan que donde se
encuentra metano puede existir alguna relación con la vida. Y, desde
hace tiempo, se sabe que en Marte hay metano, pero nadie ha logrado
determinar cuánto.
Hasta
ahora, los datos facilitados por los telescopios terrestres y las
sondas que orbitan Marte, como Mars Express y Mars Global Surveyor, eran
contradictorios respecto a la cantidad de metano que hay en la
atmósfera del planeta rojo. Algunos estudios hacían pensar en grandes cantidades del gas, mientras que otras mediciones prácticamente descartaban su presencia.
Los científicos piensan que donde hay metano puede existir alguna relación con la vida
Los últimos datos del Curiosity parecen haber resuelto parte del misterio. Tras veinte meses de toma de muestras, el rover marciano
ha revelado que en los alrededores del cráter Gale, donde amartizó el
vehículo, el nivel de este gas cambia a lo largo del tiempo, lo cual
hace pensar en emisiones de una fuente cercana y desconocida.
En
general, la cantidad de metano es más baja de lo que predecían los
modelos. Aparece un nivel base y estable que es menos de la mitad de lo
que se esperaba encontrar teniendo en cuenta los procesos de producción
conocidos, como la descomposición inducida por la luz del polvo y
materiales orgánicos llevados a Marte por meteoritos.
Pero a
veces, sin ninguna explicación, las concentraciones de metano se
disparan, multiplicándose por diez. Esas cantidades elevadas pueden
durar solo 60 días marcianos, lo que es sorprendente porque se supone
que este gas tiene una vida de alrededor de 300 años.
En concreto, el espectrómetro láser sintonizable (TLS) de un instrumento del rover denominado
Sample Analysis at Mars (SAM) ha detectado de forma inequívoca un
incremento desde un valor base de 0,7 partes por millardo (ppbv) hasta
los 7 ppbv que se registraron durante un episodio que duró 60 soles o
días marcianos.
Así lo han confirmado hoy los investigadores de la misión Mars Science Laboratory (MSL) de la NASA en el congreso AGU Fall Meeting de San Francisco (EE UU) y en un artículo que aparece en la revista Science.
En el trabajo participan los investigadores españoles Javier Martín
Torres del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-UGR) y María
Paz Zorzano del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC).
Con
los nuevos datos, se abren nuevas vías de investigación orientadas a
esclarecer cuáles son las fuentes que producen este gas en el planeta
rojo. Una de ellas es la posibilidad de que sea algún tipo de organismo
vivo, ya que en la Tierra la mayoría de su producción tiene un origen
biológico. Tampoco se descartan fuentes geológicas o hidrotermales.
Otra
de las incógnitas que hay que resolver es cuáles son los mecanismos que
lo hacen desaparecer con inexplicable rapidez. Los resultados sugieren
que el metano se emite ocasionalmente cerca del cráter Gale, por donde
se mueve Curiosity, y luego se dispersa rápidamente una vez que cesan
los episodios de producción.
La ayuda del instrumento español REMS
Los
nuevos datos se basan en la observación a lo largo de casi todo un año
marciano (casi dos años terrestres) y un recorrido de unos 8 km sobre la
cuenca del cráter. En este periodo, que abarca toda la sucesión de
estaciones marcianas, los datos ambientales han sido recogidos por el
instrumento español REMS (Rover
Environmental Monitoring Station). Esta estación meteorológica ha
medido, entre otras variables, la humedad relativa del aire, la
temperatura ambiente y opacidad atmosférica. Esta última también se ha
registrado con la cámara MastCam.
"Las incógnitas que suscita el trabajo son más que las respuestas que aporta", reconocen los investigadores
La
posible relación de la variación estacional de la concentración de
metano con variables ambientales todavía necesita ser confirmada con más
estudios. En cuanto a la disposición espacial de las plumas de metano
que se generan, los científicos han llegado a la conclusión de que se
generan en eventos cortos y débiles muy localizados.
"Las
incógnitas suscitadas por este trabajo, en cualquier caso, son más que
las respuestas que aporta", reconocen los investigadores del Instituto
Andaluz de Ciencias de la Tierra. "Se trata de un hallazgo que cierra la
cuestión de la presencia de metano en la atmósfera de Marte a la vez
que abre otras más peliagudas y trascendentes, como son la explicación
de su origen, que se cree debe estar en una o varias fuentes adicionales
a las contempladas en los modelos y entre las que no se descarta la
metanogénesis biológica, así como su extraña evolución posterior en la
atmósfera marciana".
Los
dos nuevos interrogantes deberán afrontarse en el futuro con nuevas
investigaciones. El recién llegado orbitador MAVEN (Mars Atmosphere and
Volatile Evolution) de la NASA dará continuidad al estudio de este
asunto de forma inmediata y, en un futuro próximo, el Trace Gas Orbiter
(TGO), desarrollado conjuntamente por la Agencia Espacial Europea (ESA) y
la agencia espacial rusa (Roscosmos) y englobado en la misión ExoMars,
medirá la concentración de metano a escalas mayores para establecer un
marco en el que contextualizar los resultados obtenidos ahora. El
objetivo, resolver de una vez por todas el misterio del metano marciano.
Y algo más: hay compuestos orgánicos en Marte
En el
mismo congreso, los miembros de la misión Mars Science Laboratory (MSL)
de la NASA acaban de confirmar por primera vez que en el suelo marciano hay compuestos orgánicos.
En concreto, clorobenceno y otras moléculas con carbono y cloro, como
los dicloroalcanos, según ha detectado el rover Curiosity taladrando en
la superficie del planeta rojo. Ahora habrá que investigar si su origen
es volcánico, hidrotermal, atmosférico, meteorítico o biológico.
Referencias bibliográficas:
C.R.
Webster et al. “Mars Methane Detection and Variability at Gale Crater".
Paul Mahaffy et al. “The imprint of atmospheric evolution in the D/H of
Hesperian clay minerals on Mars”. Science, 16 de diciembre de 2014.
Zona geográfica: España
Fuente: SINC
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