Alabado sea
Jesucristo…
Iniciamos esta edición de “Pequeñas Semillitas” bendiciendo a Dios con estas hermosas
expresiones del sacerdote jesuita español José Enrique Galarreta:
Bendito seas, mi Dios, mi aire, que estás ahí, tan cierto
como el aire que respiro.
Bendito seas, mi Dios, mi viento, que me animas, me
empujas, me diriges.
Bendito seas, mi Dios, mi agua, esencia de mi cuerpo y de
mi espíritu, que haces mi vida más limpia, más fresca, más fecunda.
Bendito seas, mi Dios, mi médico, siempre cerca de mí,
más cerca cuanto me siento más enfermo.
Bendito seas, mi Dios, mi pastor, que me buscas buenos y
frescos pastos, que me guías por las cañadas oscuras, que vienes a mí cuando
estoy perdido en la oscuridad.
Bendito seas, mi Dios, mi madre, que me quieres como soy,
que por mí eres capaz de dar la vida, mi refugio, mi seguridad, mi confianza.
Bendito seas, Dios, bendito seas.
¡Buenos días!
No sólo palabras
El hombre es un
ser sociable. Para crecer como persona, necesitas de los demás. Más allá de los
pequeños grupos, debes unirte en la comunidad política amplia. El compromiso
por el bien común nos urge a liberarnos de todo resto de individualismo, pues
somos corresponsables de la vida social y política de nuestra Patria.
Un candidato a un puesto público de nuestro
país estaba haciendo su campaña para obtener el mayor número de votos. Uno de
los electores decidió someterlo a una prueba. Una noche, ya tarde, llamó a la
puerta del candidato y le dijo: —Necesito ayuda. Se paró mi coche. ¿No podría
usted hacerme el favor de darme un empujón?
—Por supuesto - se oyó desde el interior de la casa y los dos hombres salieron
rumbo al coche. Al llegar al automóvil, el propietario se subió y dejó
sorprendido al candidato, poniendo enseguida en marcha el motor. Asomándose por
la ventanilla, el elector le dijo al admirado candidato:
—Únicamente quería saber si usted es el tipo
de hombre por quien se puede votar.
Urge crecer en
cultura cívica para involucrarse en el control de la gestión gubernativa. La
política, así entendida, es uno de los más nobles servicios al hombre y a la
sociedad, y el principal instrumento de gestión del bien común. Los candidatos deben
ser personas capaces, honestas y prudentes, dotadas de autoridad moral.
Enviado por el P. Natal