Alabado sea Jesucristo…
Cierto día, iba paseando por una calle cuando de repente vi a un niño hambriento, sucio y tiritando de frío dentro de sus harapos. Me encolericé y le dije a Dios:
-¿Por qué permites estas cosas? ¿Por qué no haces nada para ayudar a ese pobre niño?
Esperé la respuesta, pero fue en vano.
Sin embargo, aquella noche, cuando menos lo esperaba, Dios respondió a mis preguntas airadas:
-Ciertamente que he hecho algo. Te he hecho a ti.
(No busques culpabilizar a los demás, encuentra soluciones en ti mismo)
Anthony de Mello
¡Buenos días!
La cosecha es abundante
Hay llamadas de Dios que exigen un cambio fundamental en la vida, pero otras más sutiles sólo significan una nueva orientación dentro de tus habituales ocupaciones. Lo importante es vivir siempre alerta al Espíritu de Dios que nos hace llegar inspiraciones y mociones para vivir una vida más plena y satisfactoria, más generosa y entregada.
Oh Dios y Padre de Jesucristo, elevando nuestras miradas vemos en el mundo entero grandes multitudes de personas, como campos inmensos de trigo ya maduro para la cosecha, pero faltan los obreros. Siendo Tú el agricultor y el dueño de la cosecha, te pedimos con confianza: “¡mándanos obreros! Despierta en tu Iglesia siempre nuevas vocaciones: vocaciones sacerdotales, vocaciones religiosas, vocaciones misioneras y vocaciones de laicos muy comprometidos”. Amén.
En tu vida, como en la de cualquier hombre, hay días decisivos en los que ves abrirse ante ti un horizonte nuevo donde vislumbras más paz y felicidad. Es el momento de discernir con sabiduría y hacer una buena opción. Pide iluminación al Señor para no dejar pasar en vano su gracia, si es él quien golpea la puerta de tu corazón.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a tí sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol 1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo. Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos los creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López