Tú eres como el viento
simún monsónico, que viaja por los desiertos y mueve montañas de arena,
que entonan melodías únicas, al rodar sus partículas de arenas de
sílice por la pendiente de la duna, se oye una musiquilla celestial, que
puede ser de espejismo o puede ser de verdad.
Tú eres amada mía, la que
mueve en mi corazón, grandes acervos de amor, un amor puro y sincero
acompañado de tus risas, que son novenas sinfonías de Beehtoven,
auyentando las penas mías me llenas de felicidad, ¿ Y tus besos ?
¡¡ Hay tus besos !! Que que son perlas que emanan de tu interior y
ruedan por mi alma hasta asentarse en mi corazón, donde quedan
presos por voluntad propia, completando nuestra felicidad y dicha
total.
Tú eres como la madreselva o
yedra, que sube por las paredes de mis castillo de sueños, hasta llegar
a mi ventana de luz, para aromar mis estancias y mi alma, con suspiros
que son garfios fijándose en mi corazón sin causarle dolor y si alegria
mayor.
¡¡ Suspiros que de tí vienen y otros que de mí van, se encuentran en el camino !! ¿ Que cositas se dirán ?
Casimiro López Cano