Alabado sea
Jesucristo…
Después de haber celebrado ayer la Solemnidad del Sagrado
Corazón de Jesús, hoy celebramos al Inmaculado Corazón de María, ambos
inseparables en nuestra devoción, en nuestro amor, en el misterio de la
Redención.
Se trata de una fiesta que fue establecida por el Papa
Pío XII hace setenta años para encomendar al Corazón de María la paz del mundo,
la conversión de los pecadores y a la Iglesia que peregrina por este mundo
buscando que todos lleguemos al Reino de Dios.
María es nuestra Madre, nuestra permanente mediadora,
consuelo y auxilio de todas nuestras necesidades. María es nuestro camino hacia
Jesús y siempre está dispuesta a abogar por nosotros, conseguirnos lo que le
pedimos y cubrirnos con su amor sin límites.
Por eso los cristianos la honramos, no solamente en
aquellos días especiales destinados a su memoria, sino en todos los momentos de
nuestra vida.
¡Buenos días!
Los niños aprenden lo que viven
Hay un refrán que
dice: “La palabras mueven, los ejemplos arrastran”. Estos dichos populares son
expresión de esa sabiduría que tiene el aval de la experiencia cotidiana. Son
irrefutables. Y es la pura verdad que más que las palabras lo que mueve y
conmueve a grandes y pequeños son los ejemplos que vemos. Y tanto para el mal
como para el bien.
Si un niño vive con tolerancia, aprenderá a
ser paciente. Si un niño vive con aliento, aprenderá a tener confianza. Si un
niño vive entre críticas, aprenderá a condenar. Si un niño vive entre
hostilidad y discordia aprenderá a pelear. Si un niño vive con miedo, aprenderá
a ser aprensivo. Si un niño vive con reconocimiento y estímulo, aprenderá a
apreciar y a tener un objetivo. Si un niño vive con seguridad, aprenderá a
tener fe. Si un niño vive con aprobación, aprenderá a quererse a sí mismo y a
encontrar amor en el mundo. Si un niño vive con amor y amistad, aprenderá a
amar a los demás.
El ejemplo debe
subrayar lo que inculcas con las palabras. No puedes escribir con una mano y
borrar con la otra. Sólo es posible influir positivamente con la coherencia
total. Por ejemplo, ¿puede un padre o una madre orientar por el camino de la
sinceridad a sus hijos, cuando manda responder a quien pregunta por teléfono: “decile
que no estoy”?
Padre Natalio