El paraíso lleva tu nombre, tiene como vista principal un arco iris lleno de vida, cruza de lado a lado irradiando su colorido, su belleza, su alegría, al igual que tú.
También le agregue, un inmenso e inimaginable jardín lleno de flores, que con su aroma da una sensación de paz, de ternura, y de frescura, al igual que tú eres. Hoy no estás junto a mí, y aún sigo construyendo en mi mente el paraíso que sueño para nosotros. Los ángeles me recriminan continuamente, y en todo momento no creen que continúe construyéndolo, pero yo tengo esperanzas de que el paraíso será terminado, sé que lo conocerás, también sé que depende de mí, y en ello estoy, intentando que ese edén que soñamos sea una realidad en nuestras vidas.