quien rompe nuestros anhelos, nuestros encuentros.
Silencioso salgo a tu encuentro…
busco tu piel bebiendo la miel que tu cuerpo emana,
quiero ser tu reposo en una noche anhelada.
Quiero que tus labios me cubran de besos,
róbame el susurro guardado que tengo,
cúbreme con tu cuerpo porque cuando pienso en ti
siento frío, calor…, siento el silencio enamorado
que me da tu ser.
Así, suave te quiero junto a mí,
oírte susurrar un te amo,
te digo muy silente y no alcanzo a decir palabra alguna
porque con tus besos callan
mis ansias locas de tenerte y no dejarte ir.
Llega la noche y aún estamos abrazados
cada uno pensando que llegará la mañana
y debemos partir y mientras tanto sin querer,
casi sin pensar nuestras manos se encuentran tomadas
y nos volvemos a los silencios del amor…
me amas… me entrego… me dejo llevar…
te dejas arrastrar… qué dulce es nuestro amor…
Estoy en mi más íntimo momento junto a ti,
nuestros cuerpos tiemblan
de sabernos tan queridos y tan deseados…
mis ojos te miran con pasión
y en mi silencio te estoy amando con alegría y fulgor…
mis ojos te miran con ternura,
¿será que sé qué estás pensando?
En ese amor que aún perdura
y por el cual los dos seguimos soñando,
este amor tan nuestro,
tan cálido,
tan intenso,
tan bellamente silencioso.