No es nada, sólo eso… ¿Un beso? Después… Te vi., sentada, y pensé: ¿Y si…? ¿Me abrazas?
¿Enlazas mi alma? ¿Recuperas mi mirada? Se perdió… Entre tanta soledad… ¿La verdad? No sé donde para… Se esconde… ¿Qué para qué la quiero? ¿Para mirarte otra vez? ¿Quizás para amarte? O no… Pero, ¿me abrazas?
¿Cazas mis miedos? ¿Puedes borrarlos? ¿Quieres? Entre tus dedos los amagas, los apagas, los disfrazas… De paz, ¿sí? Soñé con ella… Y luego, ¿me abrazas?
Te lo ruego: ¿me atenazas? Fuerte, aprieta, no me duele… No cabe grieta, suele pasar… Mi suerte, inmensa, tenerte, mi recompensa. Sentirte, pegada, cual hada del ocaso, el paso de tu caricia, el sol raso, junto al mar.
Hogar, dulce y tierno, entre tus brazos lo hallo, y callo, callo, callo… Allí no pasa el invierno, allí se funde el otoño, allí me siento un retoño, de la primavera el brote, del verano tu calor…
Los lazos de tu cabello, qué suaves, qué sabios… Qué bello es sentirte, ¿Sabes? No puedo mentirte: mejilla contra mejilla huelo tu brisa, siento tu aliento. En la orilla de tus labios saliva el tiento de la pasión. Y estoy tan cerca…
¿Y no es la calma la que mejor ensalma el oleaje? ¿Y no es el suspiro un digno traje del reclamo? ¿Y no suele ser el abrazo la más hermosa cuna del beso? ¿Y pues? Pues eso… Te amo, ¿me abrazas? Soy tuyo…